¿Qué significado tiene para ti la palabra soñar?, ¿En qué piensas cuando la escuchas?, ¿A qué, o a quién te recuerda?

Para mí la palabra soñar, significa viajar.

Cuando escucho esta palabra, pienso en la increíble sensación de descubrir nuevos lugares, nuevos países, nuevas culturas, nuevas personas, nuevo mundo. Pienso en lo increíble que sería, poder en un abrir y cerrar de ojos, disfrutar de las vistas  al Taj Mahal, o caminar por la Muralla China, con la lengua fuera por el cansancio. Pienso, en la maravillosa sensación de encontrarte frente a una de las grandes maravillas del mundo. Para mí, eso es soñar.

Me recuerda a mi familia, con la que he compartido tantos y tan buenos momentos descubriendo nuevos lugares e historias. Me recuerda a todas las veces que durante un vuelo, miro el reloj, y echo la cuenta atrás para descubrir un lugar diferente que añadir a mi lista de sueños cumplidos. A las revistas y libros que leo durante el viaje. A la explicación de las instrucciones de las azafatas que ya me sé de memoria. Me recuerda al pequeño suspiro que hacen las personas que por primera vez suben a un avión, cuando está despegando; a las sonrisas de los bebés cuando ven el cielo y las nubes por la ventana, y quieren tocarlas. A ese momento de adrenalina, cuando el avión levanta sus ruedas del suelo. Me recuerda a ese sentimiento agridulce cuando te despides de un lugar especial, y de las personas que conoces en cada uno de ellos. A las experiencias que te fascinan y te dejan sin palabras y que cuentas a tus amigos cuando vuelves y volverás a contar una y otra vez, porque nunca se olvidarán. A todas las risas que surgen, cuando en lugar de pedir una cerveza en inglés, pides un oso de peluche, en Ámsterdam. A la amarga sensación de perderte en Trafalgar Square, con nueve años.  A lo increíble que es disfrutar todos los días, de las vistas de la Mezquita Azul en Estambul. A esa mezcla de sentimientos, que te produce estar en el lugar donde millones y millones de personas fueron asesinadas, en el campo de concentración de Auschwitz. Me recuerda a todos aquellos días en los que me despertaba, miraba por la ventana y podía ver el puente de San Carlos de Praga. 

Me recuerda a mi familia, la que ha hecho que ame viajar, la que me ha enseñado a soñar.

-Viajar es soñar-