sábado, 21 de noviembre de 2015

Ciudades con encanto-III

Todo tiene un principio y un final, y el de este viaje ya se acercaba.

Kutná Hora así se llamaba el pueblo ruso donde nos fuimos de excursión. Salimos desde la plaza de la Ciudad Vieja, acompañados de Marc, nuestro guía turístico. Cogimos el tren y nos pusimos rumbo hacia allí. En dos horas, ya estábamos allí.

El motivo por el cual decidimos realizar esta excursión fue ni mas ni menos, para visitar una capilla construida con huesos de personas. Lo cierto es, que en mi familia, somos un tanto curiosos, y después de haber visitado el campo de Auswichtz…ya nada nos iba a asustar.





Estaba situada en el cementerio de Sedlec donde fueron enterradas miles de personas durante la Peste Negra, y después de las guerras husitas. Eran tantas las personas que morían que tras construir la capilla, guardaron gran cantidad de esqueletos en el sótano. Fue, Rint, un tallista de madera, quien realizó esta “obra de arte”, al ser contratado para organizar los esqueletos que allí se encontraban, en concreto, 40.000.

La verdad sea dicha, al principio nos impactó un poco, pero no era nada que no se pudiera ver. Lo que más me llamó la atención, fueron los cráneos, ya que presentaban ciertos agujeros, debido a los disparos que habían recibido.



Tras esta visita, nos dirigimos a la catedral de Kutna Hora, llama
 la iglesia de Santa Bárbara, declarada por la Unesco, Patrimonio de la Humanidad.


Después de comer en un restaurante, recomendable totalmente, donde probamos varios platos tradicionales de Praga, de vuelta a la estación, paramos en un mirador, donde disfrutamos de unas increíbles vistas.




Iglesia San Nicolás



Parlamento de Praga



Castillo de Praga
Lo primero que tengo que deciros es, que el día que elijáis visitar el Castillo, os recomiendo que os encontréis con mucha fuerza y energía. El camino de subida fue mas ameno, pero igual de cansado, con un vasito de fruta, que al parecer el puesto que lo ofrecía, estaba puesto adrede, para refrescarte antes de la caminata.




Una vez en el Castillo, se podía subir a la torre. Decían que las vistas desde allí, eran muy buenas, pero que queréis que os diga, no estábamos por la labor de subir 299 escalones más, y encima empinados, de eso nada.

A la bajada, nos encontramos con un mirador, donde las vistas si que eran ¡increíbles!


 Catedral San Vito.
Es la catedral de Praga, situada en el Castillo. Es de estilo gótico, y en ella se encuentran enterrados las monarcas checos más importantes de la historia.




El último día no los tomamos de relax, decidimos disfrutar nuestros últimas horas paseando tranquilamente por la ciudad. En ese paseo, nos encontramos con la Casa Danzante, la cual fui construida por un arquitecto checo, quien se baso en una pareja de baile, construyéndola curvada.Así como  otros de los muchos puent
es de Praga.


Finalmente dimos un paseo por el río Moldava en barco. Siendo sinceros, fue una tontería. Un paseo que se nos hizo eterno, además de, de noche. Nos os recomiendo pagar por ello. Lo único que nos llevamos de ese paseo en barco, fue esta fantástico foto del puente de San Carlos al atardecer.


¡Hasta pronto Praga!



                                          

martes, 10 de noviembre de 2015

Ciudades con encanto-II

¿Sabéis ya de que ciudad os hablo? Efectivamente, la ciudad con encanto de la que estoy hablando es Praga. Este bonito lugar, que me enamoró en verano. 

La semana que pasamos allí se nos hizo muy corta, pero a la vez muy intensa. Ya os aviso chicos, que si queréis visitar los distintos lugares de una Ciudad, tenéis que moveros, y no pasar toda la tarde tirados a la bartola en la cama del hotel. Si por el contrario, es eso lo que queréis, os recomiendo que elijáis un destino donde todo sea playa, sol, tumbona, y podáis relajaros. Así que como buenos turistas, desde el primer día nos fuimos a visitar cada uno de los escondites de Praga.

Puente de San Carlos Es el puente más transitado y más antiguo de Praga, desde el cual puedes ver el recorrido del rio Moldava, y el cual separa la parte más urbana de Praga, donde estábamos alojados , de la parte más medieval. Todas las noches después de cenar, lo cruzábamos paseando, junto con cientos de personas, y parejas, porque como os digo es una de las ciudades más románticas a mi parecer. El puente esta rodeado de monumentos, entre los cuales había uno que la gente besaba. El primer día que me di cuenta de esto, pensé:  ¿por qué lo hacen?, pero yo también lo hice, y si, ¿ daba buena suerte? al final descubrí que se trataba de un santo praguense que fue arrojado al rio, y la gente lo besaba por superstición, o simplemente como yo, es decir, porque se lo veían hacer a los demás. 





También deciros, que tengáis cuidado de donde os apoyáis, porque tras mi estancia allí, pude descubrir que las arañas son patrimonio de esta ciudad!
Durante el día, el puente de San Carlos, se transforma en un paseo lleno de puestos de todo tipo: retratos hechos a mano; souvenirs; bisutería…así como también esta ambientado con música tanto de día como de noche. No había día en el que cruzáramos el puente, y no hubiera un grupo cantando, o personas con violines, o guitarras. Aquí viene la parte menos encantadora del puente, y es que lo cierto es, que siempre había personas pidiendo en el suelo algo de dinero. Algo que me llamo mucho la atención, fue que allí las personas que piden lo hacen de rodillas, con la espalda hacia delante. Descubrí con el paso de los días, que era para dar gracias a las personas que le echaban una monedita, ya que todos los días que pasábamos por allí, siempre nos gustaba hacerlo, de hecho, siempre guardábamos unas monedas para ellos.


Plaza de la Ciudad Vieja situada en la parte más urbana. Es la plaza principal, donde se encuentra el famoso reloj astronómico de Praga, en el cual cada vez que iba a ser una hora punta, quedaba rodeado de multitud de personas esperando que sonarán las campanas del reloj. Rodeado de terrazas, donde nunca quedaba ni un sitio vacío, y donde se encontraban la mayoría de las compañías de guías turísticos. 



Muchos vinieron a ofrecernos ser nuestros guías para enseñarnos la ciudad, pero lo cierto es, que a nosotros nos gusta más ir como se dice, “a nuestro aire”, hacernos
miles de fotos, y descansar en los momentos de agotamiento. Una de las compañías de guías era gratis, y esto fue algo que me llamo mucho la atención como futura estudiante de marketing. La agencia se llamaba Free guías, y tal como dice su nombre, ofrecían su servicio gratis. Es decir, no tenias que pagar nada porque te enseñaran la ciudad, pero si que al final del recorrido, podías darle la voluntad, algo que ya depende de cada persona. Solo con el nombre de la agencia el cual llevaban en grande en sus camisetas y paraguas, hacia que la gente se acercase a ellos. ¿Es o no, un buen marketing? Para mi, si lo es. Además hablaban muchos idiomas, y eran muy simpáticos. No consiguieron convencernos para que nos enseñaran la ciudad, pero sí hicieron que los escogiéramos para realizar una excursión de la cual os hablaré en la siguiente entrada. Me gustaría aclararos que lo que realmente era gratis, era el tour por la ciudad de Praga, pero las excursiones que ofrecían si tenias que pagar un precio inicial, pero tampoco muy caras, entre unos 10-20 euros. Aclararos también que en la plaza de la Ciudad Vieja, hay muchas personas con este nombre, pero son diferentes agencias, cada una con un color, con quien realizamos nosotras la excursión era de color morado.


Por último, me gustaría recomendaros que si tenéis la oportunidad de visitar Praga, si podéis, hacerlo en invierno.  Tiene que ser increíble disfrutar de los paisajes de esta ciudad llenos de nieve. De hecho, esta es otra de las muchas sensaciones que quiero sumar a mi lista.